Sea en los países en vía de desarrollo, sea en aquellos más avanzados, se constata una crisis de la democracia, en la cual podemos leer dos aspectos. Por una parte aquellos negativos, como una fuerte limitación de las formas de participación política, el aumento del control sobre los individuos a través de estrategias económicas y de persuasión, nuevas formas de pobreza interior y exterior. Por otra parte constatamos numerosos y relevantes fenómenos positivos, un despertar de las conciencias que llevan a elecciones de vida generosas y solidarias, a la construcción de formas de participación nuevas y a la creación de espacios de libertad en los diversos sectores de la vida social. En este contexto, la visión de la fraternidad, enriquecida y madurada por las experiencias y por los estudios del último decenio, puede llevar una contribución original de participación, responsabilidad y libertad: tres elementos, aprendidos a través de la investigación, dentro de las crisis sociales, económicas y políticas, de lo que une y que ayuda a construir comunidades significativas y justas. Podemos así desarrollar una “estrategia de fraternidad” que, partiendo del nivel del empeño personal, llega a organizar la sociedad y a interactuar con las decisiones políticas.
Palabras claves: fraternidad; democracia; participación; política; responsabilidad.